Atravesamos el Campo Charro, dejando a un lado la capital, en donde se combinan estampas de la meseta...
...con otras más prosaicas.
Y llegamos a Ledesma, pueblo que conserva cierto aire medieval, aunque un tanto desdibujado. Aquí sus murallas desde el puente sobre el Tormes.
En sus calles se encuentra varias casas señoriales en las se se combina el granito con el cemento pintado, ofreciendo con ello una estética particular.
Podéis saber más sobre Ledesma en la página web del Ayuntamiento.
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