Desde Ponferrada existe una interesante y habitual excursión hacia el conocido como Valle del Silencio, debido a que fué destino de anacoretas en época altomedieval. Hoy se accede mediante una tortuosa y estrecha carretera (hay que tener cuidado en épocas de afluencia turística), tentiendo como destino final el pueblo de Peñalba de Santiago; con arquitectura asaz interesante.
Fruto del moviento eremítico es la iglesia mozárabe de la localidad, conocida sobre todo por su acceso de arcos de herradura.
Ancestral y enigmática inscripción en la entrada.
En el interior no se pueden hacer fotos pero llaman la atención los "grafitis" de mas de mil años; reflexiones que hacían los monjes en sus momentos más inspirados.
Desde Peñalba merece la pena afrontar un pequeño paseo (alrededor de cuatro kilómetros entre ida y vuelta) hasta la cueva de San Genadio, en donde se retiraba a meditar este anacoreta.
Vista del pueblo y el valle desde la cueva.
Estando aquí se me ocurrió una de mis típicas tonterías. Me imaginé a San Genadio meditando y de repente alguien gritando desde el pueblo: ¡¡Genadio, a comer!!
Y yo convencido que era San Genaro....¡¡¡¡¡
ResponderEliminar